CARTA DE UNA MAESTRA EL DÍA DE SU JUBILACIÓN
Para toda la comunidad escolar de mi tan querido centro Benjamín
Palencia. Esta es mi despedida por mi jubilación
Son la nueve. Voy pensando
camino hacia la escuela, en silencio.
Voy pensando, estoy triste,
mi cuerpo pesado se siente pequeño.
¡Pasad, sentaos! No alborotéis,
dejadme primero hablar,
no interrumpáis
si en la charla comienzo a llorar.
Hoy os dejo, y la angustia
aflora a mis ojos de pálido espejo.
Pasaron los años
Ha llegado mi hora de adiós y descanso;
es el día en que debo olvidar mi trabajo.
Es preciso que ocupe otro maestro
el puesto que dejo…
Son cuarenta años que os he estado viendo
¡Mis hijos queridos!
¡Mis niños pequeños!
Son cuarenta años de estaros queriendo…
Ahora, de repente, me voy
¡Hasta siempre!
Podréis reprocharme mi falta de ciencia,
mi torpe palabra, mi mucha clemencia;
Pero os he amado,
os he transmitido mi ser en pedazos,
mi vida sencilla aquí la he dejado…
Mi mesa gastada, mis libros usados,
las bellas poesías,
mis pinturas viejas, mis amados teatros,
son mis legados…
Y el amor tan grande que os he dedicado.
Adiós, os quiero … Charo.
Nunca te olvidaremos Charo
ResponderEliminarUn beso enorme
Gema